26/7/09

...Erase una vez

hace mucho...mucho tiempo..

Hace muchos, muchísimos años, no había materia ni radiación...no existía el espacio y el tiempo no transcurría…todo era silencio…acaso ya existía el silencio? Lo cierto es que aún no se creaba nada hasta que ella lo hizo y como rompiendo la rutina…bostezó!! Y desencadenó lo que hoy se conoce como…¿Creen que voy a contar el final sin divagar? Para ello, tengo que comenzar esta historia con un "erase una vez…"
Erase una vez en el que no había ni espacio ni tiempo…no se movía ni una hoja (porque no habían hojas), pero ella tenía imaginación y ya rondaba en soledad esos pasajes azulados…no conocía de cambios ni de días pero presentía que pronto algo estaba por suceder…era ese extraño silencio que precede una tormenta, una singular calma proveniente de su ya tan conocida nada… y fue así como sucedió. Así fue como pasó que a través de una especie de lamento imperceptible se fue generando un largo y oscuro camino donde se escapó el primer bostezo hasta terminar en un eco…eso pensó ella…” Es un eco…”.
Pero el sonido no era el mismo que exhalaba desde lo mas profundo de su vaporosa existencia y su femenina curiosidad la hizo repetir de nuevo y bostezó otra vez…y he aquí una nueva respuesta.
Fue de esta manera que la tranquilidad existente hasta entonces encontró otro ente que detonaría su dormida naturaleza explosiva. Dentro de su ser algo había despertado haciéndola ir en busca de aquel misterioso lugar y viajó dentro del enorme ciempiés para encontrarse con quién generaba sus respuestas…No tardó mucho…mil años? Un segundo?... el tiempo no existía aún pero la fuerza de atracción existente hasta hoy en todo el universo hizo que lo inevitable sucediera y al encontrarse ambos una enorme explosión sacudió todo lo que hasta ese momento existía…ella quería irse…él la acercaba…ella se acercaba y él se retraía, comenzando un proceso de expansión dentro de la enorme energía que generaron sus miradas…

Evolución y Estructura Universo

Sus cuerpos fueron rozándose en un baile por toda la eternidad que liberaba a su paso parte de sus elementos generadores de partículas…giraban abrazados dándole a los cuerpos celestes sus movimientos de rotación… y a medida que se recorrían inventaban los espacios donde se amarían haciendo así surgir al infinito…

Sus manos la tocaban moldeando sus formas…su aliento lo recorría aumentando sus vapores…suspiros y temblores daban forma a las cúpulas de las nubes…pícaras sonrisas moldeaban la pálida silueta de la luna…y de sus guiños las estrellas…y de sus besos las tormentas…
Como escribiría mucho mas tarde un gran poeta uruguayo..."Amor sin cuerpos, sin palabras en el cruce de dos transparencias, tentación de miradas, seducciones angelicales que cruzaban vertiginosas como meteoritos o acariciantes como copos...él pensaba en semillas y ella en surcos pensaba…él pensaba en madera ella cavernas pintaba…él se volvia manantial y ella una cuenca donde el retozara
..."(Mario Benedetti)

El pintaba paisajes montañosos mientras recorría sus curvilinea figura...ella le daba al mar la humedad que surgía de este encuentro de locura…le aplicaban movimientos a las olas en cada una de sus embestidas…la profundidad compartida en un diluvio de caricias y volcanes en erupción… un par enamorado que no interrumpía su celestial orgasmo entre cúmulos y nimbos, estremecidos y estallando copiososamente sobre su recién creado universo…
Ellos descansan y se renuevan...se sienten y presienten…saben quienes son y saben que se amarán por encima de cualquier distancia, de tiempos y de existencias…están hechos para ser eternos y en su infinito baile transforman su apariencia, juegan a encontrarse cada vez que puedan..una vez como el Romeo que busca a su Julieta…otra vez son el Quijote con su idealizada Dulcinea…no hay problemas y ellos esperan porque nunca se olvidan que en un lugar del paraíso ellos jugaron a ser Adán y Eva

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para los que solo fui sombra..para aquellos que deje huella...escribiré siempre que pueda todo lo que mis divagaciones me hagan sentir...